Cuando iba entrando a la sala de operaciones el médico cirujano le dijo que no se preocupara, que todo iba a salir bien, cuando estaban aplicándole la anestesia pensó en su hija, en su familia y que le preocupaba como saldría de la operación, que iba a...
Hasta que ella quedó dormida, mientras tanto el médico hacía su trabajo de manera perfecta, la jefa, su hermano, familiares y sus amigos más cercanos esperaban que ella estuviera bien, pero sobre todo que fuera un éxito la operación. Él, su hermano, le daba mucho sentimiento, pues le preocupaba la salud de su hermana, recordaba esos días en los que crecian juntos y tenían muchas platicas, peleas, esa hermandad que ahora se veía fortalecida a pesar de algunas advesidades. Este sentimiento, que no podía definir hizo que se deslizaran un par de lágrimas necias, pero sinceras. Sólo quedaba esperar.
Ella salío de la operación adolorida, pero tranquila al saber que todo estaba bien. Y él quedó tranquilo porque nunca se quedó con las ganas de decirle antes de la operación: te quiero hermanita.
Todo va a salir bien, te quiero mucho manita.
Hasta que ella quedó dormida, mientras tanto el médico hacía su trabajo de manera perfecta, la jefa, su hermano, familiares y sus amigos más cercanos esperaban que ella estuviera bien, pero sobre todo que fuera un éxito la operación. Él, su hermano, le daba mucho sentimiento, pues le preocupaba la salud de su hermana, recordaba esos días en los que crecian juntos y tenían muchas platicas, peleas, esa hermandad que ahora se veía fortalecida a pesar de algunas advesidades. Este sentimiento, que no podía definir hizo que se deslizaran un par de lágrimas necias, pero sinceras. Sólo quedaba esperar.
Ella salío de la operación adolorida, pero tranquila al saber que todo estaba bien. Y él quedó tranquilo porque nunca se quedó con las ganas de decirle antes de la operación: te quiero hermanita.
Todo va a salir bien, te quiero mucho manita.
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