El primer día, Dios creó al perro y le dijo: «Siéntate todo el día a la puerta de tu casa y ladra a todo el que se acerque o pase de largo. Para esto te concedo veinte años de vida». El perro dijo: «Es demasiado tiempo para pasarlo ladrando. ¿Qué tal si me das diez años y te devuelvo los otros diez?» Y Dios accedió. El segundo día, Dios creó al mono y le dijo: «Entretén a la gente, haz trucos y hazles reír. Para esto te concedo veinte años de vida». El mono dijo: «¿Trucos de mono durante veinte años? Es demasiado tiempo. ¿Y si te devuelvo diez como hizo el perro?» Y Dios accedió. El tercer día, Dios creó a la vaca y le dijo: «Debes estar en el campo con el granjero todo el día y sufrir bajo el sol, criar terneros y dar leche para mantener a la familia del granjero. Para esto te concedo sesenta años de vida». La vaca dijo: «Es una vida demasiado dura para soportarla durante sesenta años. ¿Y si me das veinte y te devuelvo los otros cuarenta?» Y Dios accedió de nuevo. El cuarto día, Dios ...